Este libro de estilo o catálogo es una serie de fotos que ejemplifica cómo se puede usar la colección de una firma. A diferencia de la campaña gráfica o video publicitario, es clara y sencilla, ya que la idea es que se pueda observar con detalle cada prenda o accesorio. Algunas marcas nacionales nos cuentan las ventajas de contar con un lookbook, una pieza comunicacional que tiene cerca de una década de vida online. (Esta nota fue publicada en Fashion Market, edición 11 abril-mayo-junio 2016)
Quedó en el siglo pasado cuando las firmas y diseñadores de moda mostraban sus trabajos solo en los medios especializados y en las pasarelas o semanas de la moda. O cuando debíamos ir a recorrer vidrieras para ver qué tendencias se imponían para las temporadas de otoño-invierno o primavera-verano. Hoy, en cambio, conocemos lo último de lo último del mundo fashion en apenas un clic o touch –desde cualquier dispositivo: la compu, el celular o la tablet-. Es que internet logró “la revolución” de fines del siglo XX y comienzos del XXI: modificó la forma de comunicarnos, sociabilizarnos, adquirir conocimiento y consumir productos, servicios e información. Y provocó, por ejemplo, que la web se convirtiera para la industria de la moda en una especie de vidriera –y shopping abierto al público- las veinticuatro horas del día, de todos los días. Hace, aproximadamente, una década, las marcas (desde las de lujo hasta las del fast fahsion) suben a sus páginas oficiales las propias colecciones, donde una innumerable cantidad de posibles clientes contempla la novedad.