Nuevo trabajo para la web de Fashion Market.
Primero, allá por los años sesenta-setenta, se llamó moda unisex. Hoy, con una base más conceptual, se la denomina moda sin género, neutra o agender. Se trata de ropa amplia, versátil y confortable para ambos sexos (más allá de la elección sexual). Los diseñadores referentes son: Comme des Garçons, Rick Owens o Anne Demeulemester (presentaron sus líneas agender entre los 80 y los 90). Se sumaron, en la segunda década del nuevo siglo, Gucci, Zara y, entre otras, H&M. ¿En Argentina? Aportan su creatividad sin género Kostume, Complot y Lena Martorello.
Prendas amplias, de diseño versátil y de colores neutros (blanco, negro, beige, gris); el jean y las zapatillas, las piezas fetiche. Así son, en su mayoría, las colecciones genderless, género neutro, agender o unisex (cuatro sinónimos de una tendencia que viene creciendo); las cuales se basan en la comodidad y la libertad de elección -libertad que trasciende el optar por una u otra prenda-. Pero la moda unisex no es algo nuevo; nació en los años 60 y 70 del siglo XX, aunque más como una estrategia comercial (para simplificar las colecciones y abaratar los costos de producción). No obstante, instaló tendencias, ya aceptadas socialmente: el uso del jean por ambos sexos, el pelo largo en ellos y corto en ellas, el uso de pantalones y esmoquin –exclusivo para hombres- por parte de las chicas, etc. En los noventa hubo un comienzo, a nivel popular, con los perfumes. ¿La pionera? La firma estadounidense Calvin Klein con el lanzamiento de One, en 1995; que ya se trata de un clásico. Hoy, en cambio, se considera una filosofía de vida. Y en esto tienen que ver las nuevas generaciones: los millenials y la generación Z aprueban la diversidad sexual y de género; de hecho, algunas estrellas del mundo del espectáculo, como Miley Cyrus, Kristen Stewart o Lily-Rose Depp hablan de amar a las personas, más allá de su género. Y siquiera se definen como homosexuales, ¡son libres! Así, los jóvenes de este siglo tienen más sentido del vestir y, por lo tanto, saben que es un medio para comunicar ideas e identidad. ¡Chau etiquetas, chau límites! Grita esta tendencia.
Crítica arte y moda 